Relación lengua y cultura: algunas consecuencias que no me gusta

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Por: Georgina Palencia.

Si en algo creemos los lingüistas y psicolingüistas es en el poder de la palabra. Y sin ánimos de etiquetar pues no soy muy amiga de las categorizaciones absolutas, debo decir que, algunas formas lingüísticas del español tal vez nos han hecho algún daño en la adquisición de hábitos sociales. De hecho, esa idea me la han reforzado mis estudiantes en las clases de español. Quiero darles aquí tres ejemplos y me encantaría saber que piensan.

 

1- Formas inespecíficas para expresar la hora

No sé si en otras lenguas serán tan usadas como en el español las formas inespecíficas para expresar la hora, pero nosotros tenemos al menos éstas y las usamos muchísimo:

A eso de las 3; que traduce algo como at about 3.

Alrededor de las 3; que es equivalente a around 3.

Pasadas las 3; que es algo como after 3.

A las 3 y pico; que parece que vendría a ser past 3

Tipo 3; y ésta sí es verdad que no sé cómo traducirla.

 

Les aseguro que no ha sido una vez sino cada vez que me toca en clase de español transmitir estas útiles frases mis alumnos dicen algo como: por eso los hispanos son tan impuntuales. Y no me queda más que hacerme cómplice de esa creencia con mi cara de vergüenza descubierta. Y sí, ya sé que podemos ser hispanos muy puntales, los hay, y muchos, pero del estereotipo no nos salva nadie.

Seamos honestos. En una frase como: Nos vemos en la cafetería a eso de las 3, y alrededor de las 4 salimos al gimnasio, para regresar a la casa pasadas las 5, a cenar a las 6 y pico, y ver la peli tipo 8. ¿Cómo se puede ser puntual si el acuerdo de hora es tan impreciso?

 

2- El SE impersonal

Hace años participaba yo en Venezuela en un equipo de producción muy activo, creativo y exitoso. Pero en cada reunión noté una práctica bastante extraña en el uso del lenguaje y la pretensión de acción. Era el uso del pronombre SE impersonal. Iban y venían oraciones como: Se tiene que estudiar el mercado. Se necesita comprar carteles. Se debe crear una campaña. Se puede notificar al alcalde. Y yo, que me asumí una asistente operativa en vista de que nadie tomaba notas de aquellas iniciativas un día caí en cuenta de la estrategia lingüística para no involucrarse y no pasar del decir al hacer, y entonces pregunté: ¿Quién es esa señorita se que tiene tantas tareas por hacer?

Hay gente que usa el pronombre SE impersonal para sustituir el real sujeto de la acción y entonces dejar en el aire a quien debe hacer la acción. Es una estrategia evasiva para no ponerle nombre a quien debe ser el sujeto: Yo tengo que estudiar el mercado. Tú necesitas comprar carteles. Él debe crear una campaña. Ella puede notificar al alcalde.

Así que atención, el pronombre impersonal SE tiene sus usos específicos de generalización, pero es también en una estrategia para invisibilizar a quien debe realizar una acción.

 

3- Niveles de responsabilidad expresados por la presencia o no del pronombre accidental

Tenemos un fenómeno interesante en el español que registra diferentes niveles de responsabilidad en una acción, y de alguna manera, lo usamos como una estrategia para disminuir nuestra participación.

Cuando decimos: Quemé la comida, nos hacemos absolutamente responsables de la acción. Sujeto-Verbo-Complemento directo.

Cuando decimos: Se me quemó la comida, disminuimos un tanto la responsabilidad, aceptamos que la comida estaba bajo nuestra custodia y por un descuido se nos quemó. Incluimos allí el pronombre se accidental, y el pronombre de objeto indirecto, que evidencia la responsabilidad.

Cuando decimos: Se quemó la comida, sin siquiera ese reducto de pronombre indirecto, muchas veces lo que queremos es escapar de nuestra responsabilidad. Y ésta, aunque es una estructura gramatical, es también una a la que debemos ponerle atención en nuestras relaciones de convivencia, para ser cada vez más, responsables de nuestras acciones.

Como ves, en www.spanishperfecto.com nos encanta reflexionar sobre nuestros usos del español, y enseñar no sólo las formas correctas sino además lo que nos conviene como seres socialmente responsables.